Ya la había visto, más no quería dar crédito. Una enorme valla para pelear gallos se erige cerca de la casa.
Llegaba cuando los galleros concluían el pesaje de las aves y pactaban las peleas. El artesanal ruedo está construido con caña brava y la arena ha sido acondicionada con aserrín. Se anunciaba la primera contienda y de entre la multitud se dejaban escuchar voces que gritaban: “Voy quinientos pesos al indio; quinientos al contrario”......
Ver: OPINIÓN
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