DW.- Uno de los principales
beneficios del cambio hacia la producción de “energía limpia” es su baja
peligrosidad, además de su fácil y rápida instalación. “Con las hidroeléctricas se hace un daño ambiental muy grande y con la
eólica se puede obtener en muy poco tiempo muchos megavatios. Además, es fácil
de operar y lo más importante es que no tiene combustible porque se produce del
viento y el viento es gratis”, cuenta Revelli a DW.
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