Por: Alberto Brunori, representante de ONU Derechos Humanos.
Además de las expresiones materiales más extremas (como
las lesiones, las torturas, las violaciones sexuales o los homicidios), los
ataques también se manifiestan en discursos que estigmatizan y promueven el
odio, acoso por redes sociales, seguimiento y amedrentamiento, interceptaciones
ilegales, robo de información y otras formas de persecución. Obviamente, es más
fácil contabilizar o medir la intensidad de los ataques físicos
(particularmente, los homicidios); sin embargo, los otros ataques no deben ser
ignorados. Estos también silencian y crean un ambiente regido por la coerción.
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