López Obrador calificó lo sucedido con Castillo como una estrategia de "golpe blando", que habría contado con el apoyo de las élites y algunos medios de comunicación. Para el presidente mexicano, este método fue utilizado en su momento en Brasil, Bolivia y Argentina, contra Luiz Inácio Lula da Silva, Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner, respectivamente. |