Derrumbes, inundaciones y avalanchas han sido a lo largo de los tiempos la constante en un país donde la ejecución de presupuestos públicos siempre han estado más controlados por los intereses electoreros que por las necesidades de las comunidades y los territorios.
El no prestar atención, llevará a que situaciones presentadas en los últimos días se conviertan en catástrofes. Para la muestra; el susto, la angustia vivida por los habitantes de la vereda San Raimundo en el municipio de Granada (Cundinamarca) el miércoles 26 de octubre, cuando toda la tarde la región del Sumapaz fué azotada por la lluvia torrencial. |