Las posibles aplicaciones de esta tecnología son múltiples: ámbitos como la seguridad, la robótica, la implementación de vehículos autónomos, o los trabajos en situaciones de rescate podrían verse muy directamente beneficiados por los recientes avances.
De hecho, el propio artículo de la revista Nature recoge el interés del Departamento de Defensa de EE.UU. en esta nueva tecnología, que ha financiado parte de la investigación.
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