Desde hace años le habían arrendado esta propiedad al Distrito y era usada su edificación por la Institución Educativa Ambientalista como aulas y la zona verde como espacio de interacción de los educandos y maestros con la naturaleza.
Apelamos nuevamente a la sensibilidad del alcalde, a la del gobernador, a los ministerios de Educación y Ambiente, o la empresa estatal o privada para que, pensando en acciones que combatan el calentamiento global, adquieran este espacio verde e impidan un daño irreversible y evitable. Aún hay tiempo para preservar la vida. Ver: CARTAGENA